Sobre poetas y poética


por Jack Kerouac

El Origen de la Alegría en Poesía

La nueva poesía estadounidense es tipificada como el Renacimiento de San Francisco (lo que quiere decir Ginsberg, yo, Rexroth, Ferlinghetti, McClure, Corso, Gary Snyder, Phil Lamantia, Philip Whalen, supongo) es una especie de vieja nueva poesía delirante Zen, donde se escribe lo que te venga a la cabeza tal como viene, poesía devuelta a su origen, en el niño bardo, verdaderamente ORAL, como Ferling dijo, en lugar de esas sutilezas académicas sombrías. Poesía & prosa por largo tiempo cayeron en las falsas manos de los falsos. Estos nuevos poetas puros confiesan en pos de la mera alegría de confesar. Ellos son NIÑOS. Ellos también son como niños Homeros de barbas grises cantando en las calles. Ellos CANTAN, luego BAILAN. Esto es diametralmente opuesto al shot Eliot, que tristemente aconseja sus reglas monótonas y negativas como el correlato objetivo, etc. Esto es solo un montón de gripe y emasculación del instinto puro masculino de cantar con libertad. En despecho de esas reglas secas, él fijo su propia poesía como sublime. Puedo decir más, pero no tengo tiempo ni ganas. Pero SF es la poesía de una Nueva Locura como la de tiempos ancestrales (Li Po, Han Shan, Tom O Bedlam, Kit Smart, Blake), en tanto ha tenido una disciplina mental tipificada por el haiku (Basho, Buson), esto es, la disciplina de apuntar a las cosas directa, pura y concretamente, sin abstracciones ni explicaciones, wham wham la canción azul del ser humano.

(...)

Declaración sobre poética para La Nueva Poesía Estadounidense

Súmale aluviones al final de tu verso cuando todo está agotado, que algo tiene que hacerse por alguna razón irracional específica, desde que la razón no puede tener éxito, porque la poesía NO es una ciencia. El ritmo de cómo decides "arrojar" tu declaración determina el ritmo del poema, ya sea un poema separado en verso o un poema de una línea sin fin llamado prosa... (con sus párrafos). Entonces, deja que no exista equivocación sobre lo que declaras, y si crees que esto no es difícil de hacer, inténtalo. Encontrarás que tus mentiras son más pesadas que tus intenciones. Y tus confesiones, más ligeras que el Cielo. 

De otra manera, ¿quién querría leer? 

Se me hace difícil mostrar mis mentiras y tonterías.

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